miércoles, 27 de junio de 2012

Solo. (BC)


Te he amado a lo largo de cada estación,
a lo largo de cada palmo del día, cada metro de la noche,
que he desperdiciado, solo.
En la oscuridad, he yacido despierto,
llenando las horas con el sonido de tu voz,
la imagen de tu cuerpo, hasta que el deseo habita dentro de mí.
Tu mero recuerdo despierta mi carne, lleva canciones
a mis piernas, que están entumecidas sin ti.
Sin ti, vivo empobrecido.
Por eso grito en la oscuridad: «¿Adonde te has ido, mi corazón?
¿Por qué has abandonado al que podría enseñarle ardor al sol?
¿Quién es más fiel de lo que es el alba al día?»
No oigo ninguna voz amada y sé, demasiado bien, cuan solo estoy.

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