martes, 2 de noviembre de 2010

Otro.

Les dejo el segundo, comenten!!!

Aly.

Un lunes en que me lo encontré.
Esperaba a mi hermana y a un amigo como siempre, en el mismo lugar y a la misma hora de siempre, hasta que apareció. Justo cruzo la mirada conmigo y espere que saliera corriendo. La mirada apareció, esa resignación de “sé que le debo algo y a la vez  no soy grosero“. Observe cada uno de sus movimientos y recibi su saludo como algo normal, intentando evadir aquellos recuerdos en que nuestros encuentros eran más afectuosos, llenos de auténtica alegría y libres de toda cordialidad.

- hola
- hola
- cómo estás?
- bien, con mucho calor.

Listo, esas palabras son las únicas que cruzamos. ¿la amistad dónde quedo? . Nota mental: La amistad en la que solamente yo creo y por la que solamente yo lucho. Camina para alejarse de mi, sin pretender herir mis sentimientos. La ironía me hace reír. Creo que puedo dejarlo así y dejo que de algunos pasos más, la zona devastada de mi interior se revela exigiendo un pago por la destrucción y hablo.

- detente

Finge no oírme.  Insisto.

- DETENTE!

Prácticamente le grito y se da cuenta de que no desistiré.

- hablemos - su rostro muestra la intención de evadir la conversación. Tiene experiencia en ello, no sucederá de nuevo. Lo acompaño hasta un lugar para sentarnos, el único que se sienta es él, yo necesito estar de pie y comienzo con “la platica”.

- ¿ leíste mi correo?
- lo hice
- ¿ tienes algo que decir?

El primer silencio de una conversación importante se hace presente. Después de todo la que más hablo fui yo, los temas ya los sabemos, afirma varias cosas: la amistad no esta ni bien ni mal, la culpable soy yo y el sacrificio fui yo. Lamenta que las consecuencias las sufra pero yo pero lo orille a tomar una decisión con mi actitud hostil hacia la persona que afirma amar. Segunda nota mental: el tiempo me dará la razón, cree amarla, no la ama. La lista de mis errores es larga y me sorprende que en realidad no duele tanto como esperaba, sólo un sentimiento prevalece como una marca en la conversación : decepción. La  esperanza de querer un final feliz es quebrantada con destrucción de piezas importantes de imposible recuperación. He perdido a mi amigo. Un amigo del que me enamore, uno que tomo una decisión y uno que me dejo diciendo:

- Nunca te amaré y espero que sea mi indiferencia lo que te cure.

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