Demasiadas historias he leído con finales que se dejan "a la imaginación".
Unos imaginarios puntos suspensivos. No los soporto.
En mi vida he tenido que lidiar con ellos una y otra vez, porque después de ellos generalmente sigue la pregunta: ¿qué tal si ...? Y hay que admitirlo eso es una tortura, no saber qué hubiera sucedido.
Entonces llega marzo, una noche y una insistencia incansable - la mía, claro - y estoy de nuevo observando tres puntos suspensivos ...
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